El pasado 28 de Noviembre Pedro Montero y José Ángel participaron en la K25 Trail de la Calderona, carrera de montaña que se se inicia en la localidad valenciana de Serra y que discurre por el Parque Natural Serra Calderona. Carrera que en el 2009 fue el Campeonato de España por Clubes de Carreras de Montaña. Una carrera que calificaban como dura y técnica, con 25,5 Km y 1700 de desnivel positivo. Coeficiente de dificultad: 43.
Clasificación198 JOSE ANGEL RUIZ FELIPE VET 3:56:22 C ATL CHINCHILLA
199 PEDRO JOSE MONTERO MARTINEZ 3:56:23 C ATL CHINCHILLA
Del asfalto a la montaña
Siguiendo con el aprendizaje en las carreras de montaña, esta carrera K25 sierra de Calderona, nos ha supuesto algunas lecciones que voy a contar para los que vengan detrás y quieran correr este tipo de carreras, porque lo que está claro es que el que las prueba, repite
En primer lugar, el propio nombre "carrera de montaña", lo de montaña está claro, pero lo de carrera hay que cambiar el concepto que tenemos nosotros de carrera, porque lo que es correr, se corre poco. Al menos correr de verdad... Y eso nos lleva a la jerga utilizada en las carreras: en el briefing o charla técnica, ya nos dijeron que esta era una carrera dura, con subidas exigentes y bajadas técnicas. Creo que estas dos palabras exigentes y técnicas les encanta a los corredores de montaña, y lo que para nosotros es una senda impracticable por donde no van ni las cabras, se convierte según sea cuesta arriba, en subida exigente o cuesta abajo, bajada técnica.
Otra cosa que hemos aprendido es sobre la parafernalia montañera: el nombre de la carrera K25, la vestimenta de los corredores: buff en el cuello, camisetas salomón, riñoneras, portabidones... todo está destinado a acojonar a los novatos. Luego llega Ascendino con su camiseta de don Quijote y ninguna parafernalia montañera y se marca un carrerón.
Otro error que hemos cometido: la salida. Si bien es verdad que nosotros somos inexpertos, que no tenemos pintas de corredores de montaña, a duras penas de corredores, estamos en forma y como en cualquier carrera de asfalto aquí también hay paquetillos. En estas carreras creo que la salida es aún más importante que en las de asfalto, en la K25 salimos unos 400 corredores, Pedro y yo a cola de pelotón. La salida era por un camino estrecho, pero en poco tiempo el camino se convierte en senda y se producen embotellamientos y hasta un parón de varios minutos y luego la subida a ritmo del más lento. Total, al final de la primera subida km 5, en 50 minutos y aún no habíamos podido siquiera correr un poquillo.
Tan mal salimos que en toda la carrera no nos adelanto nadie, ni uno. Fuimos de menos a más, sin forzar pero con fuerzas y en la última subida alrededor del km 20, no parábamos de superar a corredores.
Luego está el tema de las bajadas: aquí la cosa va en gustos, a mí me encantan, cuanto más bestias, digo técnicas, más me gustan.
Y otra historia son los avituallamientos, nada de coger el agua y salir corriendo... aquí paras, vasito de isostar, agua, plátanos, chocolate, dátiles... cuando te pones a correr después de varios minutos, ya no te quedan ganas ni de correr...
En resumen, una prueba que hemos disfrutado, (Pedro que esta cada día más en forma), una carrera muy bien organizada, con avituallamientos cada 5 km, con bolsa de corredor, buen ambiente, paisajes espectaculares, con una vista de montaña y mar desde lo más alto de la sierra... una carrera que al acabar te hace pensar en la siguiente.
Os animo a que probéis en esta modalidad, en la que como en todas las carreras hay todo tipo de corredores, desde los mejores hasta los más paquetillos que solo deseamos acabarla y disfrutar de la experiencia.
El único pero, que pongo a esta modalidad es que se echa de menos, la competición. Cuando corremos en asfalto, intentas bajar tu marca (aunque no sea nada extraordinaria), quieres ganar puntos para tu Club, entrar entre los 100, 200, 400 mejores, lo que sea... y aquí de momento me bastaba con acabar, el reto era acabar, pero poco a poco me va faltando algo. Creo que en una de estas vamos a tener que salir a darlo todo a ver hasta donde llegamos. Pero antes que llegue eso nos queda bastante aprendizaje
Siguiendo con el aprendizaje en las carreras de montaña, esta carrera K25 sierra de Calderona, nos ha supuesto algunas lecciones que voy a contar para los que vengan detrás y quieran correr este tipo de carreras, porque lo que está claro es que el que las prueba, repite
En primer lugar, el propio nombre "carrera de montaña", lo de montaña está claro, pero lo de carrera hay que cambiar el concepto que tenemos nosotros de carrera, porque lo que es correr, se corre poco. Al menos correr de verdad... Y eso nos lleva a la jerga utilizada en las carreras: en el briefing o charla técnica, ya nos dijeron que esta era una carrera dura, con subidas exigentes y bajadas técnicas. Creo que estas dos palabras exigentes y técnicas les encanta a los corredores de montaña, y lo que para nosotros es una senda impracticable por donde no van ni las cabras, se convierte según sea cuesta arriba, en subida exigente o cuesta abajo, bajada técnica.
Otra cosa que hemos aprendido es sobre la parafernalia montañera: el nombre de la carrera K25, la vestimenta de los corredores: buff en el cuello, camisetas salomón, riñoneras, portabidones... todo está destinado a acojonar a los novatos. Luego llega Ascendino con su camiseta de don Quijote y ninguna parafernalia montañera y se marca un carrerón.
Otro error que hemos cometido: la salida. Si bien es verdad que nosotros somos inexpertos, que no tenemos pintas de corredores de montaña, a duras penas de corredores, estamos en forma y como en cualquier carrera de asfalto aquí también hay paquetillos. En estas carreras creo que la salida es aún más importante que en las de asfalto, en la K25 salimos unos 400 corredores, Pedro y yo a cola de pelotón. La salida era por un camino estrecho, pero en poco tiempo el camino se convierte en senda y se producen embotellamientos y hasta un parón de varios minutos y luego la subida a ritmo del más lento. Total, al final de la primera subida km 5, en 50 minutos y aún no habíamos podido siquiera correr un poquillo.
Tan mal salimos que en toda la carrera no nos adelanto nadie, ni uno. Fuimos de menos a más, sin forzar pero con fuerzas y en la última subida alrededor del km 20, no parábamos de superar a corredores.
Luego está el tema de las bajadas: aquí la cosa va en gustos, a mí me encantan, cuanto más bestias, digo técnicas, más me gustan.
Y otra historia son los avituallamientos, nada de coger el agua y salir corriendo... aquí paras, vasito de isostar, agua, plátanos, chocolate, dátiles... cuando te pones a correr después de varios minutos, ya no te quedan ganas ni de correr...
En resumen, una prueba que hemos disfrutado, (Pedro que esta cada día más en forma), una carrera muy bien organizada, con avituallamientos cada 5 km, con bolsa de corredor, buen ambiente, paisajes espectaculares, con una vista de montaña y mar desde lo más alto de la sierra... una carrera que al acabar te hace pensar en la siguiente.
Os animo a que probéis en esta modalidad, en la que como en todas las carreras hay todo tipo de corredores, desde los mejores hasta los más paquetillos que solo deseamos acabarla y disfrutar de la experiencia.
El único pero, que pongo a esta modalidad es que se echa de menos, la competición. Cuando corremos en asfalto, intentas bajar tu marca (aunque no sea nada extraordinaria), quieres ganar puntos para tu Club, entrar entre los 100, 200, 400 mejores, lo que sea... y aquí de momento me bastaba con acabar, el reto era acabar, pero poco a poco me va faltando algo. Creo que en una de estas vamos a tener que salir a darlo todo a ver hasta donde llegamos. Pero antes que llegue eso nos queda bastante aprendizaje
