domingo, 25 de septiembre de 2011

V Maratón Xtreme K42 Lagos de Covadonga

25 de septiembre de 2011
Cerca de 300 participantes nos dimos cita en la V Maratón Xtreme K42 Lagos de Covadonga, prueba valedera para la Copa de Asturias y para las series mundiales del circuito K42 Adventure Marathon. Una carrera dura con 2900 m. de desnivel positivo y 5700 m de desnivel acumulado, pero de extraordinaria belleza, en un entorno inigualable como los Picos de Europa. Seguramente en futuras ediciones se acabarán los dorsales al poco de abrirse las inscripción como ya ocurre en otras carreras parecidas. 



La carrera fue dura, pero casi que más lo fueron los días previos a la carrera. Un viajecito de más de 800 km, aunque como nos dijeron a la hora de recoger el dorsal, "si se te ha hecho largo el viaje, más larga se te va a hacer la carrera". El día previo hicimos de todo menos lo que aconseja el sentido común: descansar. En lugar de eso nos esperaba una visita express por Asturias, por la mañana ruta costera: Llanes, visita a la curiosa playa de Gulpiyuri y comida en Ribadesella al borde del mar, al menos comimos pasta. Y por la tarde a todo correr a los Lagos de Covadonga, donde al día siguiente ascenderíamos en la primera parte de la carrera... ¡madre mia! 12 km con el coche subiendo en segunda y primera, con una niebla del carajo y pensando que al día siguiente tendríamos que subir corriendo. Allí estábamos Pedro, Mar, Vicente, Eva, Francis y yo, intentando entrever los Lagos de Covadonga entre la niebla, y pensando en lo que nos esperaba. No nos podíamos entretener mucho porque aún teníamos que recoger el dorsal en Cangas de Onis. La recogida del dorsal en este tipo de carreras acojona, los corredores no van vestidos de calle sino con ropa técnica y con la camiseta de la carrera más dura que puedan haber corrido. Cuando te quieres dar cuenta no le estas mirando el culo a las tías sino los gemelos de los tíos, que te miran de arriba a abajo como diciendo... pero donde van los paquetes estos... Con el dorsal en la mano y la bolsa del corredor nos volvimos a casa... agotados 





A las 6 de la mañana suena el despertador, desayuno potente, cogemos todo el material: mochila, geles... y nos vamos al Repelao donde se dará la salida a las 8 de la mañana, es de noche y hace fresquito... El ambiente acojona. El espeaker nos avisa que lo duro llegará tras pasar por Covadonga. Empieza la carrera que discurre por unos 300 metros de asfalto hasta coger un sendero por el que subiremos hasta la Cruz de Priena. A la salida todo el mundo sale escopetado como si fuera un 10.000 llano, la intención es entrar bien colocado en el sendero donde se producen embotellamientos y ascender a buen ritmo. Salimos disparados y nos colocamos más o menos a mitad de pelotón. Según subimos va amaneciendo y aparece una de las imágenes del del día: un mar de nubes del que solo sobresalen los picos de las montañas y las torres de la basílica de Covadonga... ¡espectacular! 



El recorrido es precioso y el día acompaña, se nos ha unido al grupo Carlos del Club Fondistas de Móstoles, con quien hemos entablado conversación porque corre con la camiseta de la Media Maratón de Almansa. Pasamos por la Huesera, la Vega de Comeya, las minas de Buferrera, el Lago Ercina y el Lago Enol. Vamos los cuatro en grupo, pero para Pedro (que tiene alma de ultrafondista) vamos demasiado rápidos. Empezamos esperándolo en los avituallamientos, hasta que decide hacer la carrera más tranquila a su ritmo. Una vez en lo más alto, comenzamos la bajada hasta Covadonga, las rocas están muy resbaladizas, hay muchísimo barro, si estuviera lloviendo sería muy peligroso. Aún así es una bajada muy técnica y muy dura. Llegamos a Covadonga Km 24con las piernas muy cargadas, pero allí recibimos los ánimos de Mar, Eva y Francis, lo que hace que cojamos fuerzas e iniciemos lo que iba a ser la parte más dura, unas tremendas rampas donde vamos encontrando los primeros acalambrados, mientras tu esperas que no te toque a ti. Seguimos con un rompepiernas de subidas y bajadas con muchísimo barro que nos llevan a la última subida la del repetidor de Saguenzo, km 36. A partir de ese punto y hasta Cangas de Onis, prácticamente es una bajada muy técnica y con algún tramo peligroso. Vamos muy bien, de fuerzas y de ánimo, bastante rápidos... demasiado, porque en una curva me salgo de la senda y doy con mi cuerpo en el suelo, un poco más y caigo por el cortado. Hay que descender por una cuerda para salvar un desnivel de unos dos metros, con el cansancio que llevamos se vuelve más peligroso de lo que aparenta, tanto es así que nuestro compañero de carrera Carlos, pisa en vacío y cae directamente sin poder si quiera agarrarse a la cuerda, por suerte no ha sido nada, solo una caída muy aparatosa. Dos caídas en un suspiro, nos hacen bajar un poro el ritmo y hacer los últimos kilómetros más relajados. Llegamos a meta los tres juntos, supongo que cada uno emocionado y pensando en lo que le ha costado llegar hasta aquí, un sueño cumplido en 6:42 min. En la meta una piscina con agua con hielo nos espera. En 7:10 llega Pedro, otro finisher de esta dura y preciosa carrera

157 CARLOS HURTADO CASTILLO 6:42:00  Fondistas de Móstoles
158 JOSE ANGEL RUIZ FELIPE 6:42:00 C. Montaña Sierra de Alcaraz
159 VICENTE BELDA FERRI 6:42:01  
197 PEDRO JOSE MONTERO MARTINEZ 7:10:45 C.A. Chinchilla