Para muchos de mis compañeros del Club Trail Albacete, acostumbrados a los ultras, una maratón no la consideran una carrera larga, ni un reto considerable a no ser que sea para lograr un buen puesto. Pero para mí continua siendo un reto con mayúsculas, una prueba importante para la que debo prepararme concienzudamente y este año más si cabe, puesto que era mi primera carrera desde que hace un año me lesione en la maratón de Montaña de Finestrat.
Así pues los días previos a la carrera estaba nervioso, además las previsiones climatológicas eran muy malas: lluvia, viento y hasta nieve. Los nervios se me empezaron a pasar cuando el sábado llegue a Riopar, ver a algunos compañeros, tomar unas cervecitas y ver el ambiente. No tenía nada claro como plantearía la carrera, por un lado quería salir tranquilito y disfrutar de mi vuelta a la competición, pero por otro me encontraba en un buen momento de forma y no quería dejar pasar esta ocasión.
A las 6.30 de la mañana sonaba el despertador y tras un buen desayuno nos vamos para la línea de salida. Los nervios han desaparecido, además hace una mañana fresquita pero buena para correr. A las 8 dan la salida y empiezo a tirar, más bien rápido. Pronto me encuentro corriendo con José Carlos y Javier Gómez. Seguimos los tres a buen ritmo y llega la primera subida, Javi se queda. Pienso que debemos ir demasiado deprisa para que Javi no nos siga, pero me veo fuerte, aunque sé que a ese ritmo pueda que me desfonde en la segunda parte de la carrera. Si es así, intentare disfrutar de estos kilómetros. Llega la bajada y José Carlos va como una moto, no hay quien lo pille. Pasamos por la zona de los Chorros ¡espectacular!, en este punto ya hemos cruzado varios ríos y vamos completamente empapados, pero hace un tiempo primaveral
Hacía mitad de carrera en un avituallamiento nos juntamos con el grupo que va delante: Virgilio, Paulino, Paco y Javier. ¡joder si los pillamos!, pero seguramente ellos pensaron ¡joder que nos pillan!, así que salen a toda velocidad y no podemos unirnos al grupo. En este momento vamos crecidos, a la caza… Pero llega la subida al Calar, empezamos a subir por las mismas sendas, no puede ser que con la cantidad de zonas que hay para correr, repitamos sendas. Pero esta vez la subida es más larga y llegamos hasta el Calar. Paso por el primer momento de bajón, empiezo a pensar más en serio que me he pasado con el ritmo y que el esfuerzo me va a pasar factura. Ya no hay vuelta atrás. En el avituallamiento se nos une Eloy que iba por detrás y Paco que corría por delante
Llegamos al Calar, pero queda subir al Argel, la bajada es un poco técnica y empiezan a acalambrárseme las piernas, segundo bajonazo. Menos mal que José Carlos tira de la bótica y me da una pastilla de sodio para recuperarme. Parece que voy mejor y seguimos bajando por unas sendas ahora bastante rápidas, Paco se queda y continuamos los tres. El grupo que va por adelante ya nos saca bastante ventaja y las fuerzas ya van muy justitas, se acabo el sentirse predator. Pero lo más difícil lo hemos hecho, “solo” nos queda la subida al padroncillo. Pero que subida, un cortafuego que da miedo, un desnivel de esos que se sube a golpe de riñón. La bajada es por el mismo cortafuego, así que vamos cruzándonos con algunos compañeros que los llevamos muy cerca. José Carlos nos va esperando, sus bajadas son de infarto y va sobrado de fuerzas.
Ya solo nos queda cruzar el campamento de San Juan y bajada hasta Riopar, me encuentro con Francis que me llena de ánimos y energía. Llegamos al pueblo, la meta menos de un kilómetro, se hace eterno, pero al final llegamos los tres juntos ¡que alegría!
CLASIFICACIONES (Hay que restarle dos minutos por un error del crono)
05:25:54 //7:46//Posición 85//RUIZ FELIPE, JOSE ANGEL// Categoría 16 VET-M
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